Caracterización de riesgo del municipio Sucre del Edo. Miranda.

Fuente: Documento País 2012. DIPECHO VII

 El municipio Sucre del estado Miranda, es uno de los municipios más vulnerables del país por la forma en que se ha ocupado el territorio, la inadecuada gestión y la falta de capacidades para reducir el riesgo de desastres.

 Este municipio se caracteriza por tener zonas densamente pobladas que habitan en construcciones informales sin ningún control, con carencia de servicios públicos y deficientes vías de acceso. Además, existen zonas de alto riesgo sísmico, de inundaciones y de deslizamientos que ponen en peligro un número importante de vidas y bienes materiales.

            Los eventos  históricos de desastres mas frecuentes en el municipio Sucre estan estan asociados a los riesgos  geológicos y hidrometeorologicos principalmente.

            Los riesgos hidrometeorológicos ha representado en los últimos tiempos la mayor fuente de  afectación, acentuado por la inestabilidad climática en la región, resaltando las importantes pérdidas en el orden material ocurridas en los años 2010 y 2011, con una significativa cifra de damnificados.

            Sin embargo, la amenaza sismica aun cuando es menos frecuente está latente y amerita al igual que otras mas frecuentes de acciones urgentes para evitar importantes pérdidas humanas y materiales. Esta situación responde a que el municipio Sucre del edo. Miranda, esta ubicado sobre el sistema de falla San Sebastián que afecta a toda la zona centro norte costera del país, condición que involucra la ocurrencia de sismos.

Las principales amenazas presentes en el municipio son:

• movimiento de masas, se evidencian principalmente en las laderas de las cordilleras del Ávila por desprendimientos de roca, hundimientos y flujos – aludes torrenciales. 

• Ciclones tropicales, vaguadas y descargas eléctricas. 

• Terremotos 

Los eventos históricos de desastres mas frecuentes en el municipio Sucre han sido: Inundaciones, desbordamientos y deslizamientos.

Las principales vulnerabilidades se ubican en:

°      Comunidades en condiciones de pobreza; residentes en viviendas con sistemas constructivos precarios, sin adecuación sismorresistente, en laderas inestables y de alta pendiente, ubicadas en terrenos de suelos blandos que amplifican la respuesta sísmica y en zonas expuestas a licuefacción de suelos; en su mayoria estas zonas urbanas se han asentado en áreas sin  planificación urbana, ubicadas también en los márgenes de cursos de agua con procesos erosivos activos; terrenos con procesos activos de deforestación y erosión.

°      Descargas de aguas residuales y servidas directamente en las laderas;

°      Sistemas constructivos asociados con movimientos de tierra – corte y relleno inadecuados;

°      Incumplimiento de los límites establecidos en la legislación vigente relativa a la franja de seguridad de la infraestructura pública, así como de zonas protectoras – cauces de ríos, quebradas, entre otros;

°      Infraestructura como: puentes, edificaciones culturales, religiosas, médico asistenciales, educativas, entre otras, sin adecuación sismorresistente;

°      Infraestructura de servicio público ubicada en laderas inestables: subestaciones eléctricas, ambulatorios, escuelas, acueductos, otros;

°      Ausencia de planes comunales de prevención y atención ante la amenazas;

°      Ausencia de planes institucionales para la adecuación sismorresistente de edificaciones y demás infraestructuras;

°      Sistemas de drenaje insuficiente en la ciudad;

°      Deficiencia de recursos orientado a la reducción de riesgo de terremoto;

°      Deficiencia de recursos orientado a la construcción de obras civiles para la RRD: obras de protección hidráulica como presas, canalizaciones, entre otras;

°      Desconocimiento y/o incredulidad por parte de las personas sobre el riesgo;

°      Inadecuada disposición de desechos sólidos;

°      Carencia de programas de mantenimiento de los sistemas de drenaje;

°      Carencia de programas de dragado y limpieza de cursos de agua;

°      Carencia de programas de tala y poda de árboles de forma sistemática;

°      Proliferación de conexiones ilegales a la red formal de distribución de energía eléctrica;

°      Deficiencia en la instrumentación para atraer rayos – pararrayos; así como en el monitoreo y difusión de información para prevenir daños por este fenómeno.